sábado, 7 de abril de 2012

Platón

Interpretación de Alegoría de la Caverna

Platón describe a hombres atados con cadenas en el cuello y piernas, nos describe a nosotros mismos cuando sólo miramos hacia delante y  no podemos mirar hacia atrás o hacia otra parte, sólo hacia delante, entonces como no podemos mirar hacia atrás, sólo vemos las sombras de aquello que ocurre, no vemos lo que pasa de verdad, y de esa manera, para nosotros lo real son las sombras porque, no conocemos lo que hay detrás y esto nos afecta en todo nuestro diario vivir, pero es la educación la encargada de mostrarnos la realidad, la verdad de todo esto de lo que sólo vemos sombras en otras palabras es un volver la mirada, lo que implica un encandilamiento un sufrimiento, un dolor, ya que, no es fácil ver la realidad y además la educación obliga a ver lo que no se  quería ver, es en este desengaño donde se produce el dolor, debido a esto se debe aprender a transformar la mirada, dar vuelta la mirada, lo que  no es cómodo. Esto se ve reflejado por ejemplo cuando nos acercamos a la adolescencia, ya que cuando éramos pequeños veíamos a nuestros padres como seres perfectos, que no se equivocan y que siempre tenían la razón, pero cuando comenzamos a crecer, a conocer la realidad de la vida y vamos adquiriendo un poco de experiencia nos damos cuenta de que nuestros padres no son tan perfectos como pensábamos, que son imperfectos como nosotros, es en ese momento cuando  ya no obedecemos con tanta facilidad porque creemos tener argumentos para contradecirlos, creemos tener la verdad, cuando nos damos cuenta de esta realidad nos encontramos con una gran confusión, nos encandilamos, es en ese entonces cuando debemos decidir si asumir esa imperfección o negarla.

Ahora pensando en nosotros mismos cuando vemos la realidad, la luz, hablamos de un proceso lento, paulatino y nos damos cuenta de que somos defectivos, que somos de cierta forma seres miserables y en algunos casos inútiles, no queremos ver la verdad, la negamos ya que nos duele y avergüenza. Está en nosotros mismos querer  aprender a vivir con ella o bien negarla, cuando queremos hacer algo pero que  no es bien mirado en nuestro entorno, en nuestra familia lo renegamos y hacemos oídos sordos a algo que nos gusta y para lo que tenemos facilidades y capacidades, solo por el miedo del que dirán y por no tener la fuerza interior de afrontar situaciones difíciles como estas, en la que sólo somos nosotros los responsables de cambiarlas o vivir en ellas, pero no hay que afrontarlas solamente sino hay que hacerlas bien y de la mejor forma, no hacerlas por hacer sino por el contrario hacerlas porque realmente queremos y salir de la caverna, ser personas libres de tomar nuestras propias decisiones y no en la facilidad de la opinión común, debido a que esto es fácil para todos, lo que no quiere decir que sea bueno.

Ejemplos claros de sombras en nuestra actualidad sería cuando no somos capaces de diferenciar las cosas que tienen un fin en sí mismo de las que no, o sea de las cosas realmente importantes, ya que  hoy en día estamos empeñados en hacer de todo algo productivo, hacer de todo un medio para lograr algo y como hoy somos homoeconomicus, el fin de todo hoy por hoy es el dinero y sus beneficios, lo que se ve claramente reflejado en la educación y la salud, ya que no es posible que estas dos cosas esenciales para el hombre sean utilizadas por el mismo, para algo de lo que se debe sacar provecho, es sumamente irónico que se nos diga la universidad nos formara como hombres, si es a través de ella que se manifiesta la productividad, la persona de  mayor rango en la universidad, no es necesariamente aquella que quiere formar personas de bien, con conocimientos y valores, es mejor dicho alguien que va a lograr tener un mayor pasar económico, gracias a otros que dicen querer ser educados, pero realmente no todos quieren ser educados, no todos quieren ir a la universidad, este pensamiento de que todos deben ser universitarios y haber sacado una carrera universitaria es más bien producto de una opinión común y es ahí donde debemos respondernos a nosotros mismos la pregunta: ¿ quiero ser libre? Y el ser libre significa tomar nuestras propias decisiones. Cuando seamos competentes y estemos preparados para diferenciar esto estaremos siendo personas autónomas, con conocimientos, con ideas propias y no formadas, con valores aprendidos a través de la experiencia, seremos hombres de bien, cuando salgamos de la cueva y no nos moleste el sol cuando miremos hacia afuera, cuando queramos ver la realidad, y no la fantasía que nos quieren mostrar y empecemos a utilizar aquellas cosas que si son fines en si mismos como el pensamiento, la razón el arte entre otras cosas, cuando logremos esto, nos daremos cuenta de que el bien es lo que se ve en el ultimo escalafón del camino y ya no miremos la sombra que son las que no nos permiten diferenciar medios de fines.

Resumen de Alegoría de la Caverna
 
Libro VII de la República de Platón

En una cueva profunda se encuentran varios hombres encadenados de pies y cabeza desde pequeños, estas cadenas sólo le permiten ver hacia al frente, debido que con las ligaduras no son capaces de moverse, detrás de ellos se encuentra un camino y en altura  un fogón, y es a través de ellos y el fuego que se exhiben algunos objetos de madera, naturalmente entre aquellos que transportan estos objetos algunos van conversando y otros  se encuentran callados.

Los encadenados sólo pueden observar aquellas sombras de los objetos que son transportados, entonces se encuentran inmersos de una ignorancia ya que, para ellos lo único real son las sombras y no creerían en otras cosas, algunos de los hombres son  liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y uno de los hombres fue desatado y obligado a levantarse y volver el cuello y caminar hacia la luz sintió  dolor y no fue  capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, que diría si le contaran de que lo que veía antes eran tan sólo sombras y es ahora cuando verdaderamente ven objetos reales y gozan de una visión verdadera, entonces cuando se les presentan aquellos objetos reales estos piensan que eran más reales los de las sombras y más aun si se les obliga a ver hacia la luz misma, ellos se escaparían volviéndose a aquellos objetos que pueden contemplar, en aquel momento sería más fácil para ellos el mirar y contemplar de noche las cosas del cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que  ver  de día el sol y se dan cuenta de que es el sol el que produce las estaciones y los años y todo lo de la región visible y es de cierta forma, el autor de todo lo que ellos veían, además si  hubiese habido entre ellos algunas recompensas que otorgaran los unos de los otros, por discernir las sombras que ante ellos pasaban y acordarse mejor de cuáles eran las que solían ver pasar, fuesen capaces de saber, basado en ello, lo que iba a pasar.

Ahora bien si volviesen allá abajo y ocupasen el mismo asiento, lo más probable es que se le llenarían los ojos de tinieblas como a quien deja la luz y  tuviesen que competir de nuevo con quienes habían estado encadenados, opinando sobre aquellas sombras.

Sócrates al final dice “he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero una vez percibida, hay que corregir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas, que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de esta, en el inteligible es ella la soberana y productora de la verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.

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