Sintesis
Manifiesto sobre la Educación Superior: Apuntes acerca de la universidad en tiempos de conflicto.
El profesor Arturo Fontaine, filósofo de la Universidad
de Chile nos entrega una contemplación del problema de la modelo
educacional actual, puesto que para él es un error visionar a la
educación como un medio para mejorar la productividad, cuando más bien
la educación debiera ser por sí misma suficiente, sin embargo hoy se
educa con un fin de utilidad.
La educación ha perdido una esencia importante de lo que antiguamente
era porque hoy en día se ve a la educación como un medio para mejorar la
productividad y no un compromiso docente en el cual ellos sientan el
deseo de transmitir conocimientos para generar en sus alumnos el anhelo
de aprender y aumentar sus saberes.
Resumen
Manifiesto sobre la Educación Superior: Apuntes acerca de la universidad en tiempos de conflicto.
A
diferencia de la epoca mediaval ,en la cual los monjes conservaron los
folios de los clasicos y los humanistas pusieron en pie el mundo
moderno, para representar el saber y entender, Fontaine
dice que es un error pensar en la educación como un medio para mejorar
la productividad y por consiguiente el crecimiento económico, expresa
que ese pensamiento genera una sociedad más enferma, más infeliz y mucho
menos productiva, y esboza que la salud es un fin en sí misma, aunque
también sea valiosa por su aporte a la productividad, debiera ocurrir lo
mismo con la educación, pero sin embargo ésta dejó ser un fin en sí
misma, es decir que hoy se educa para otro fin que es la utilidad, es
cierto que la educación provoca un mayor crecimiento económico como
consecuencia, pero que ese no es el motivo por el que nosotros debemos educarnos, la educación debiera ser por sí misma suficiente.
La educación debe ser un deseo ferviente de anhelar saber y comprender más,
es así como debiera tener un gran significado nuestro ser en esta
sociedad. Por cuanto es por esto que el conocimiento debe ser entregado
con mucho compromiso y solidez de parte de los docentes que deben
generar en sus aprendices inquietud y una capacidad de querer abrir sus
mentes para que ellos puedan ser capaces en un futuro de orientar a
otros.
Un profesor enseña y se compromete con su vocación porque es capaz de entender que es enriquecedor ayudar a otros a saber más. Esa
es la deficiencia en la educación en nuestro país, personas que sientan
el deseo vehemente de ambicionar traspasar sus conocimientos e ideas
para enriquecer a otros positivamente, pero sin duda Chile necesita de
un financiamiento más estable.
En
este momento solo hay algunas universidades en condiciones de cumplir
esta misión, y son en ellas donde van los alumnos con mejores
capacidades, por ende se necesita asegurar financiamiento para que
aquellos alumnos buenos en Chile con ganas de investigar y enseñar
terminen ejerciendo en Chile y no en el extranjero. Sin duda falta generar un mercado más atrayente para que esos docentes capaces y apasionados con su vocación quieran quedarse.
Las mejores universidades se financian con aportes del estado, o del estado mas privados.
Harvard, como mucha de las mejores universidades es privada sin fines de lucro y su presupuesto o gran parte
de él viene de donaciones, no obstante el aporte del estado para la
educación en Chile es poco e inestable y los aportes de parte de
privados son insuficientes para lograr un financiamiento más estable.
En
Chile el estado ha fallado ya que una de sus mejores universidades
como lo es la universidad de Chile, con mayor número de publicaciones en
revistas especializadas internacionales, no es la que recibe mayores
donaciones.
El
estudiante es un evaluador imperfecto de la calidad de la docencia que
recibe en su universidad, muchos jóvenes chilenos toman decisiones muy
importantes con respecto a educación con muy poca información.
Nuestro
sistema universitario no certifica que los estudiantes de las
universidades mediocres salgan con las habilidades y conocimientos
suficientes, pero sin embargo salen con el título profesional, lo que
alimenta la idea de que en Chile el nivel de ingreso y empleabilidad, tengan que ver más con el medio social que con su rendimiento educacional.
La
universidad de Chile es el faro de la cultura chilena, porque en ella
se respira una universidad de excelencia, entonces se puede decir que el
presidente es el patrono de la universidad, por lo mismo el gobierno
tiene que reconocer que el aporte del estado es insuficiente en nuestro
actual grado de desarrollo.
La
universidad de Chile aspira a que en nuestros estudiantes se encarne
una tradición cultural que tiene que entenderse como una larga
conversación entre generaciones, en la que surge el tú, el yo, el
nosotros lo que adquiere una densidad particular en la universidad.